jueves, 2 de abril de 2020

Filosofía Pf. Modrow


Repaso de lo visto y sobre las tres motivaciones del filosofar.


Querides alumnes, en las clases pasadas hemos visto en que condiciones se ha desarrollado la filosofía en sus orígenes. Determinamos que el ocio dió las condiciones a la creatividad y por tanto al pensamiento filosófico. En este sentido, pensamos nuestra situación en la escuela y si era posible hacer filosofía allí. En la segunda clase, tratamos el tema del mito y su relación con la filosofía. Consideramos que el mito ha sido una forma de expresar un explicación verosimil a los fenómenos naturales y sociales. Encontramos a la explicación mitológica, en principio, como opuesta a la filosófica porque la primera no busca la verdad y la segunda al parecer lo hace.
Para ejercitarnos en la detección de mitos leímos a Roland Bartes y lo que escribió sobre los juguetes y los mitos sociales. En la clase que nos toca esta semana, vamos a analizar lo que se llama motivos/motivaciones para el filosofar, es decir, qué es lo que nos lleva a filosofar. Una cosa es tener dadas las condiciones para la filosofía (el ocio, como ya vimos), o diferenciarla de otras formas de pensamiento (como el mito), pero saber por qué filosofamos es otra cosa muy diferente. Tranquilamente podríamos tener las condiciones para la filosofia pero jamás filosofar. Entonces ¿por qué filosofamos? ¿por qué...? ¡¡¡¿por quééééé...???!!!


A continuación una frase de Jasper, un filósofo alemán que trató sobre el tema que estamos pensando:
[...] del asombro sale la pregunta y el conocimiento, de la duda acerca de lo conocido surge el examen crítico y la clara certeza, de la conmoción del hombre y de la consciencia de estar perdido nace la cuestión de sí propio”.
¿Qué quiso decir con esto? Que existen tres orígenes del pensamiento filosófico, a saber: El primero es el asombro. El mismo es comprendido como la admiración/perplejidad (¡aaaaguantaaaa! Estoy zarpade en vocabulario, todo para que se note que fuí a la universidad jejeje. Si esto fuera un monólogo de le luthiers me acomodaría el moño en este momento- busquenlós en youtube, son geniales! Bueno, volviendo a nuestro tema...) que le puede causar a una persona observar hechos de la realidad. Un filósofo de la antigüedad, Platón, observó que el asombro ante los fenómenos hace que queramos conocer qué es eso que nos asombra. Ese querer saber de qué se trata es una actividad propia de la filosofía, y le dió nacimiento a las ciencias que hoy conocemos, como la física o la biología. Esa curiosidad al estilo de un infante que quieren saber acerca de todo que hace que les adultes pierdan la paciencia y se pregunten que les ha llevado a querer traer un niñe al mundo.


El segundo es la duda. Dudar de lo que se observa es una actividad propiamente filosófica ya que nos hace posible una crítica de lo visto. Es decir, el filósofo no se queda con lo que ve sino que pone en duda todo lo que le llega para saber si realmente lo que ve es tal o encubre su realidad. Pongamoslo con un ejemplo torpe: a veces creo que la persona que veo a la distancia es un conocide, pero cuando se acerca resulta ser otra persona, entonces una actitud duditativa, poner en duda lo que creo ver, puede salvarme de estar convencido de cosas que no son lo que creia (una vez le meti una patada por la espalda a una persona que crei era un amigue, y cuando se dio vuelta no era él... Soy the best friend of the worl! )


Por último, y el que más nos interesa ahora, es las situaciones límite, las cuales nos llevan también a filosofar. Una situación límite es cuando reconocemos lo limitado de nuestras facultades, cuando nos hacemos conscientes de nuestos límites como seres humanes. La muerte, una catástrofe, el fracaso en el amor, son cosas que no estan a nuestro alcance resolver. No podemos evitar la muerte o los cuernos (bien lo señala el clásico refrán ¡¡Vamos que ese lo conocemos todes!!), y todo por ser limitados. Allí también nace la filosofía como una forma de comprender entonces qué somos realmente, hasta donde podemos llegar y que son las cosas que nos superan. En estas situaciones nos preguntamos sobre el sentido de nuestra propia existencia, sus posibilidades y que queremos hacer con eso que nos toca, quienes queremos ser.


Para complementar este escrito, les invitamos a ver el capítulo del programa de Dario Z “Mentira la verdad, filosofía a martillazos” titulado “La filosofía” del siguiente link: https://www.youtube.com/watch?v=KcQYsovzBMs.


Pequeño ejercicio de reflexión:
Bueno, en este punto llegamos a la mejor parte. Sí, soy re plomo. Les propongo que teniendo en cuenta la realidad que estamos transitando, esto es, una pandemia, la cuarentena con todos sus vericuetos, hagan un registro de sus experiencias durante la cuarentena.
Teniendo en cuenta que esto es una situación límite, hagan un registro de las preguntas que les surgieron, los sentimientos que les despertaron, cambios en sus vínculos, realidades que observaron de las que antes no se daban cuenta, etc.
Lo titularemos “Diario de una pandemia” con el subtitulo que prefieran. La idea es que luego elijamos aquello que les resulte mas importante compartir y será material de trabajo durante el año para nuestra materia. Puesto que el material sobre el que trabaja la filosofía es: la vida misma.
Ante la pregunta de si se debe entregar, les diré lo que el anciano de la película “El hoyo”: obvioo.
Para que esto no resulte interesante, yo también lo haré.
Por último, el capítulo de Dario Z, ayudará al registro ya que plantea muchas preguntas.


Saludos y espero vernos pronto. Cuidensé mucho y como dijo Alberto: “quedensé en casa”



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